Quizás por su juventud sea la más atrevida. De tonos pasteles, se abre a través del ventanal al frescor del porche. Consta de 2 camas de 90X190 con cabeceros de madera e incrustaciones de latón: restauradas y pintadas a mano. El ventilador de techo y el visillo transparente le dan un aroma colonial en recuerdo de los “indianos” carpeños que un día decidieron “cruzar el charco” para hacer “las américas”. El baño está fuera de la habitación: ducha, lavabo, taza y bidé. Calefacción.Las fotos que se publican no corresponden con el mobiliario actual. Pendiente de actualización que se hará en breve
